Me da igual todo, todo lo perfecto que expresa tu boca al
nombrarme, mentira, para llenar de vacío el vaso que se derrama.
No me importa nada, ningún defecto, ni la plenitud de tu
vida sin la mía, ni el porvenir juntos, ni el amor ni la soledad.
Te prometo quererme y te prometo que tú no me querrás y que
nada cambie nunca nada, y que nada nos una ni nos separe.
Y que la vida nos llevará a ti, a mí y a los demás bajo la
tierra, sin que nadie sepa lo que hemos perdido, por tener miedo.
Nuria (28 de julio de 2011).
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