viernes, 28 de septiembre de 2012

Me perderé

Me he de perder,
aunque sea en esquivas miradas
que ahondaran en mi en el peor
de los momentos,
en esos besos volátiles de parasiempre
con la luna y nomeacuerdo con el alba,
en una inequívoca carrera contra todo,
contra todos y a por ti,
en la punta de las lanzas de los versos
envenenados,
de mis hipócritas poesías,
me perderé para poder encontrarme,
aunque solo, lo sé,
donde no habitan abrazos, ni lunas, ni soles,
ni nada,
donde duerme el abandono,
donde no tiene cabida la pena,
correré campo a través dejando atrás silencios y malestares,
a por la locura de la indiferencia,
del no querer,
del olvidar cada segundo,
de la felicidad de la ignorancia,
tu me esperarás en vela,
sabes que no tardaré,
acogerá tu hombro mi llanto,
roto en mil pedazos,
todo encajará de nuevo,
volverá a doler la vida..














Kutxi Romero

jueves, 27 de septiembre de 2012

Nietzsche



"Sin crueldad no hay fiesta"

Nietzsche, "La genealogía de la moral", tratado II, sección 6.



Instrucciones para subir una escalera

 
"Escaleras sin salida", Escher
Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables.
Agachándose y poniendo la mano izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón. Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se sitúa un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera, ya que cualquiera otra combinación producirá formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un primer piso.
 
Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en ‚este descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie).
 
Llegado en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.
 
Julio Cortázar, "Cuentos"

En el principio

Si he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.
Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.
Si abrí los labios para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.
 
 
Blas de Otero

domingo, 23 de septiembre de 2012

Me da igual todo

Me da igual todo, todo lo perfecto que expresa tu boca al nombrarme, mentira, para llenar de vacío el vaso que se derrama.
 
No me importa nada, ningún defecto, ni la plenitud de tu vida sin la mía, ni el porvenir juntos, ni el amor ni la soledad.
 
Te prometo quererme y te prometo que tú no me querrás y que nada cambie nunca nada, y que nada nos una ni nos separe.
 
Y que la vida nos llevará a ti, a mí y a los demás bajo la tierra, sin que nadie sepa lo que hemos perdido, por tener miedo.
 
 
Nuria (28 de julio de 2011).
 

Otro infierno

El día se marchaba, el aire oscuro
a los seres que habitan en la tierra
quitaba sus fatigas; y yo sólo
me disponía a sostener la guerra,
contra el camino y contra el sufrimiento
que sin errar evocará mi mente.
¡Oh musas! ¡Oh alto ingenio, sostenedme!
¡Memoria que escribiste lo que vi,
aquí se advertirá tu gran nobleza!
 
 
 
 
 
 
 
Dante Alighieri, "La divina comedia" Infierno, Canto Segundo.

viernes, 14 de septiembre de 2012

El árbol

Hay quienes cuando ven un árbol,
Ven un árbol
Hay quienes cuando ven un árbol,
Ven vida
Hay quienes cuando ven un árbol,
Ven un ser
Hay quienes cuando ven un árbol,
Escuchan
Hay quienes cuando ven un árbol
Comprenden
Ayer vi un árbol,
Quise escuchar y comprender,
Pero el árbol me abrazó y
Me llevó hasta sus raíces
Y de sus raíces a las raíces
De todos los árboles
Y de ahí
A la vibración de los minerales
Y a la canción de las aguas profundas
Y después me llevó a danzar
En el latido de la Tierra
Hay quienes cuando ven un árbol,
Son el árbol
 
 
Angela Boto