Sigue siendo enero, igual que el enero pasado, y que el
pasado, y así contando los últimos 24 eneros.
Pero este enero es diferente. En este enero es en el que vivo y en el que tengo que quedarme. Con la vida que hago viviendo solamente el momento para no pensar, para que no se reflejen mis pesimistas expectativas y mis truncados sueños.
Pero este enero es diferente. En este enero es en el que vivo y en el que tengo que quedarme. Con la vida que hago viviendo solamente el momento para no pensar, para que no se reflejen mis pesimistas expectativas y mis truncados sueños.
Si, estoy contenta con como soy, como pienso, como me porto
con mis amigos, y con mis enemigos, con mi familia, con
mucha gente que veo por la calle y se cruzan en mi camino, gente con nombre y
apellidos, con sonrisas, secretos y problemas. Gente como yo.
Pero todo esto no es donde quise llegar. Un día quise algo y ese mismo día no hice nada al respecto, tampoco lo hice al día siguiente, aunque lo seguía queriendo.
Y así es la historia de como se suman los eneros, y de como se destrozan vidas, noches sin días, generaciones enteras, como la mía.
Pero todo esto no es donde quise llegar. Un día quise algo y ese mismo día no hice nada al respecto, tampoco lo hice al día siguiente, aunque lo seguía queriendo.
Y así es la historia de como se suman los eneros, y de como se destrozan vidas, noches sin días, generaciones enteras, como la mía.
Nuria
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